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Yo no pedí ser oro, Patricia Adrianzen de Vergara

yo no pedi ser oro

Yo no pedí ser oro, Patricia Adrianzén de Vergara

De la experiencia de dolor y fe de una familia nace “Yo no pedí ser oro”, para alentar a todo aquel que sufre y lucha  por mantener y acrecentar su fe en medio de las tormentas de la vida.

En este libro encontrarás respuestas honestas a algunas interrogantes como: ¿Por qué Dios parece no responderme? ¿Por qué permite el sufrimiento físico y emocional en mi familia? ¿Es posible sobrellevar las pruebas? ¿Puedo superar una crisis de fe? ¿Dónde encontraré consuelo? ¿Hay poder en la oración? ¿Es real la guerra espiritual?

A la vez te ayudará a descubrir que cuando sufres hay personas a tu alrededor que Dios usa para que sientas a través de ellas, su abrazo tangible

“Yo no pedí ser oro, es un libro que narra las más hondas convicciones y vivencias dramáticas de alguien que, desde la perspectiva pastoral, sabe que la fe se ejercita en todos los aspectos de la existencia humana y, en particular, en medio del crisol de las vicisitudes de la vida. La autora nos transmite emoción y nos invita a solidarizarnos e identificarnos con el problema humano. Al mismo tiempo, nos propone, desde las Escrituras, los medios de gracia aplicables a las situaciones difíciles. No tenga la menor duda que este libro será útil para toda persona que esté involucrada en el ministerio de la consolación”.

Ph. D. Juan Arroyo

Catedrático de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Director de Ediciones PUMA

 

“Sin duda, una excelente obra que combina muy bien principios bíblicos con la experiencia vivida dentro de la vida pastoral. Una obra que toda familia pastoral debe leer, con el propósito de entender la realidad que le toca vivir, los desafíos que hay que enfrentar en el ministerio y lo demandante que es la obra del Señor. Alumnos de Teología encontrarán en este material una ayuda valiosa que les permita acceder a una perspectiva correcta del ministerio a empezar. En una época donde, en algunos círculos evangélicos, el ministerio es sinónimo de éxito y prosperidad, Yo no pedí ser oro, nos recuerda que muchas veces el transitar en la tarea pastoral es difícil y complicada. Con un relato sencillo y accesible al lector común, la obra nos presenta los avatares de la vida ministerial enfatizando a Aquel que sostiene a sus siervos. Una obra digna de ser leída con detenimiento y con un espíritu de gratitud.

Francisco Cerrón Alva

Decano Académico de la Facultad Teológica Latinoamericana (FATELA)

Pastor de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Pembroke Pines, Florida en los Estados Unidos.

 

Quisiera agradecer a Dios por las experiencias relatadas en el libro Yo no pedí ser oro. Estoy leyéndolo por segunda vez y no me dejo de sorprender del trato de Dios con la autora y sus hijos, que refleja el trato que tiene con nosotras las esposas de los siervos de Dios. Es un libro que ha edificado y bendecido mucho mi vida sobre todo porque llegó a mis manos en un tiempo tan especial. En más de una ocasión detuve mi lectura para expresar a Dios lo que sentía mi corazón al leer esas hermosas líneas con las que me identificaba plenamente, al comprobar que solamente la gracia y el amor de Dios pueden ayudarnos a enfrentar y resistir las pruebas.

En estas líneas descubro una mujer sensible pero a la vez fuerte en Dios, que es capaz de refugiarse y descansar en el Señor a pesar de sus temores y cuestionamientos.

Considero que Yo no pedí ser oro es un libro, inspirado por Dios, que ha sido de gran bendición para mi vida y para otras mujeres con las cuales estudio la Biblia y con quienes he compartido lo que Dios me ha enseñado a través de esta autora.

Marcela Haro de Chiok.

Pastora de la Iglesia ACYM en Santiago de Chile

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